Sin duda hay intereses detrás de las últimas acciones contra Villarán. Hay que ser medio visco o indiferente para no darse cuenta de que los politequeros de siempre -esos que perdieron frente a Humala - esos derechistas que piensan que el Perú anda progresando (cuando -día tras día- la brecha que separa Miraflores del Agustino es más inmensa) son los rostros en la oscuridad de estas firmas en contra.
El punto ahora es sacarla a la tía de su puesto. Botarla como un perro, a fuera, del cargo de alcaldesa. Perder siempre es jodido, pero hay que asumirlo con dignidad.
¿Qué hacen ahora todos los postulantes a la alcaldía de las miles de municipalidades por Lima y sus barrios? ¿Por qué sólo aparece su SOLIDARIDAD cuando se trata de la campaña política? ¿Qué hacen por Lima esos que señalan a Villaran?
Para desarraigar a Lima de sus males hacen falta más de cinco años.
Esperemos que la tía Susana asuma estas bajezas con dureza y -a modo- de crítica personal para seguir avanzando.
TAJO
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