Sobre TAJO:

“Somos aficionados a la poesía. No somos profesionales. Que eso quede bien claro, pues una buena parte de nuestra crítica es potenciada desde esa perspectiva, desde esos campos abiertos que supone tal condición". (Roberto Bolaño)

martes, diciembre 20, 2011

ALIZÉ


Alizé. No olvidar la tilde, sino no sería Alizé, sino Alize. ¡Y no! Dejarla sin esa tilde, es dejarla sin su sombrero bombín, entonces ya no sería Alizé felicidades, sino Alize sin sombrero, embaucada, robada y violada. Si, señores, Alizé dice que Lima la viola. Yo siempre le digo: No, Alizé, ¡Lima es una fiesta! Y ella me repite, no no Consuelo, Lima me viola, es muy canalla, y aunque yo parezco una punky aguerrida y mala, porque sí, yo soy mala, pero también soy mujer, dice Alizé. Yo entrego sueños, yo regalo poesía al caminar, y toda esta sensibilidad solo me sirve para ser golpeada. Ay de mí. Consuelo, ¿Vallejo era un llorón emo, no? Entonces yo ofendidísima por el Señor de los húmeros muertos, y las bancas donde se sienta a verse solo, la empujo, le quito el sombrero bombín y corremos, y salimos y reímos a emborrachar la ciudad. Porque somos jóvenes, y aún, a pesar de todo, somos libres.

Fue un día así que corriendo, ella tropezó con un joven, ella pensó que era un poste y como es contreras no quiso que el poste la tome por sorpresa y solita se abalanzo sobre él, pero no, no era un poste, era un chico muy delgado con una gabardina que le cubría hasta los pies y como Alizé es miope y otra vez, la misma chiquilla que nos quiere joder a todos, dándonos la contra, se volvió a joder, por no querer ponerse los lentes. Y se abalanzo y así fue como perdió la vida. No, el hombre no la mato por el empujón ni por el susto, el joven la enamoro y ella se murió de tanto amor.
Narrare esta historia, siendo breve y maquiavélica, para que sienta cada palabra, para que le duela seguir leyendo.
Ella cayó al piso, el voltio asustado, la vio sentada,  tratando de verle el rostro, entonces el dándose cuenta de su falta de claridad, le cedió sus lentes, que oh sorpresa, eran de la misma medida. Ella se los puso y entonces era él quien mientras se presentaban ponía cara de topo ciego, Alizé no resistió más y le devolvió los lentes y así cada cinco minutos ambos eran víctimas de una extrema cortesía  y bochornos – de parte de Alizé – por el intercambio ya tan jocoso de los lentes, mientras transitaban por una calle de la que no importa el nombre, cuando se transita flotando i sin lentes para ver el nombre por donde se flota tan bien i tan ligero.

Anduvieron, anduvieron y bebieron. Y se amaron, y ambos se dijeron: Esta noche es nuestra noche. No todos los días me disfrazo de poste i ella contesto no todos los días soy tan ciega.

por Consuelo Solís

3 comentarios:

TAJODIDO dijo...

excelente crónica!

Anónimo dijo...

yo chateo con Alizé, ahora me veo sugestionado a conocerla a fondo como dirian sus dos adorables que ahora tambien son mis dos adorables amigas nutty y regina =P
¡que pequeño el mundo es!

J. Andrés H. dijo...

Rico pasear por la calle.