Sobre TAJO:

“Somos aficionados a la poesía. No somos profesionales. Que eso quede bien claro, pues una buena parte de nuestra crítica es potenciada desde esa perspectiva, desde esos campos abiertos que supone tal condición". (Roberto Bolaño)

martes, septiembre 20, 2011

lunes otra vez


El desertor

En un momento de su vida todo le parecido urgente y necesario. De estas convecciones armo su vida. El mar no era el amor, ni una canción de Sabina ocultaba la verdad, tan sólo eran canciones desordenando sus pensamientos. Y caminar fue tan necesario como aprender a respirar por una ciudad obligada a un transito, a la desesperación de los caramelos de limón que muchachas tristes, o jovencitos solitarios, al compas de un peine abrazando una lata de leche, iban vendiendo, ofreciendo, mendigando.

La ciudad siguió con su desorden y lo abandono. Las leyes fornicaron en su corazón una serie de emociones y se supo al margen. No pensó en las consecuencias. Huyo.

La vida, en sí, podía ser todo un resumen de lo que no necesitaba ni quería: estudiar, familia, reposo, salud.

Era muy joven para sentirse mal de sus ideas.

Pero no lo era para seguir huyendo.

Huyendo.