Y cada uno de
mis cabellos
Se enredaron
en tu cuerpo
Te rozan con
una suavidad
Plagada de
añoranzas
Te tocan con
una ternura, que llora
Te toman con
la fuerza de un niño
Te necesitan
con desesperación, aún.
Más esos
cabellos son un bosque
Sí, ese bosque,
en el que puedes dormir
Y perderte de
vez en cuando
Entre los
olores y hedores
De mi dulzura,
de tu ternura
De mi amargura
y esos dolores que no perdonan
Cada uno de
mis cabellos
Fueron presa
absorta de tu olfato,
Se embelesaron
de esos rizos graciosos
Que rozaban mi
vientre,
mientras eras
feliz con mis cabellos,
entre tus
dedos
Dormías con el
sueño
De tocarlos,
una vez más, sentirlos
De hasta
morderlos en nuestros excesos
Más me diluyo
entre tus dedos
Desaparezco
con el viento.
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