Mientras el cigarrillo se iba consumiendo en el cenicero, ella iba pintando sus labios de un color rojo carmín, sus ojos: grandes y verdes, sus pestañas: negras y rizadas, Su expresión: poco acogedora y fría; se reflejaba en el espejo.
Ella iba metiendo, con apuro, los cosméticos en el bolso, pues tenía que seguir trabajando. Cierra la puerta, baja las escaleras, y para un taxi. El taxista la mira, detiene los ojos roñosos en su abultado escote y se va excitando al compas de su voz.
Pregunta a donde va
Ella responde con rubor en la cara,
- A colmena, señor.
El tipo, le ofrece un negocio interesante. Ella acepta fastidiada, pero decidida. La oferta era muy buena, (En las calles ya no pagan tan bien – pensó).
Llegan a un hotel.
Entran. El recepcionista, buen comerciante, despacha el sexo casual,
El tipo regatea el precio del cuarto:
- A 20 soles, pues choche,
El trato se cierra, sin mucha insistencia.
Entran al cuarto.
Había llegado la hora de trabajar - Se dice ella. Se desnuda rápidamente, mientras el tipo la queda mirando con morbo y calentura.
Se arroja sobre ella, la descubre en la cama.
La hace suya, aunque fuera de todos.
Ella con la misma expresión: poco acogedora y fría, consigue un movimiento de caderas que logra: una eyaculación temprana, pero efectiva, y que al mismo tiempo termina con el negocio.
Concluido el trabajo, pide su remuneración.
El tipo cansado duerme. Ella alcanza a prender un cigarrillo,
Lo deja consumirse en el cenicero,
Se pinta los labios de un color rojo carmín,
1 comentario:
gracias omar por la edicion.
hermano de tajo.
ya pronto el manifiesto de julio barco y el grafico que se me perdio en el chifa.
Publicar un comentario