Sobre TAJO:

“Somos aficionados a la poesía. No somos profesionales. Que eso quede bien claro, pues una buena parte de nuestra crítica es potenciada desde esa perspectiva, desde esos campos abiertos que supone tal condición". (Roberto Bolaño)

domingo, octubre 30, 2011

TAJO 4 EN LINEA!

LADO A





LADO B

DOMINGO DE RAMOS: TRIBUTO A ROBERTO BOLAÑO

Si no mal recuerdo, una vez dijo que cada vez que se proponía a escribír un poema, escuchaba su música favorita, el heavy metal: esos rockeros al extremo como Led Zeppelin ,etc. Pero por pura coincidencia, TAJO no se excluye de esa música; al contrario, somos puro pogo a la hora de la locura. Aquí lo recordamos con una de nuestras canciones que de seguro a Bolaño también le gustaría escuchar y por qué no hasta pogear ....

JULIO: TERRITORIAL PISSINGS



ROBERTO: YOU COULD BE MINE



MIGUEL: PSYCHOSOCIAL




sábado, octubre 29, 2011

literatura en rock


Texto revelador de la literatura que rockea en estos lares. Publicado en la Primera.
Suban el volumen!







A pesar de ser un elemento presente en muchos autores contemporáneos, el rock no ha sido un elemento muy presente en la literatura peruana. Sin embargo en la última década, el impacto que este género musical tuvo en los años 80 con la movida del rock subterráneo inspiró tres novelas muy interesantes. Sus autores fueron a su vez protagonistas de esta movida y reflejaron estas vivencias en sus primeras novelas.

“Nuestros años salvajes” (2001), “Incendiar la ciudad” (2002) y “Generación Cochebomba” (2007) son tres novelas que nos abren un mundo de excesos, rebeldía, violencia, agitación social y rock, elementos que marcaron la movida subte a partir de 1984. Años de crisis, terrorismo, miedos y la esperanza fallida de la democracia que eran reflejados, por primera vez, en las letras de los grupos de rock, demostrando que lejos de ser alienante, este género de origen foráneo pudo expresar la rabia de una generación. 

Historias de apagón y tragocorto 


Sin lugar a dudas, la novela que mejor ha reflejado la movida subterránea ha sido “Generación Cochebomba”, escrita por Martín Roldán Ruiz. Subte antiguo de Breña, periodista, ferviente hincha de Alianza Lima, asegura con orgullo: “No soy poeta, soy barra brava”. 

No sería exagerado calificarla como la “novela subte” definitiva. Los elementos son atractivos: violencia, alcohol, Drogas, mucho punk rock y jóvenes que prefieren vivir al máximo el presente porque sienten que el futuro no existe. Adrián R, el caótico protagonista, es el retrato idóneo de un joven punk limeño durante el primer gobierno de Alan García.

“Cuando uno es chiquillo está en búsqueda de algo y la Música es parte de forjarte una identidad. Cuando escuché el punk, y básicamente Eskorbuto, dije que esto es lo que yo buscaba, algo que sentía mío, con lo cual me identificaba como adolescente y con lo cual me hacía distinto a los demás”, cuenta Martín sobre su entrada al mundo subterráneo, allá por 1987. Fue un asiduo concurrente a “El Hueco”, un espacio liberado en Santa Beatriz donde se podía convivir entre conciertos de punk rock y discusiones políticas y formó la banda Dictadura de Conciencia.

“Siempre tuve ese bicho de que el rock subte era una de las cosas más importantes que había surgido dentro de movimientos juveniles y que yo había estado dentro y lo había vivido”, explica y asegura haberse inspirado en parte en “The Outsiders”, de Francis Ford Coppola. Su primer esbozo de “Generación Cochebomba” fue un cuento con el que ganó los juegos florales de la Bausate y Meza. Ese cuento, que mencionaba a un concierto que terminaba en una batida policial, terminaría siendo el primer capítulo de su primera novela. 

Martín reconoce en su libro la influencia de Vargas Llosa y “Conversación en la Catedral” por la variedad técnica y Julio Ramón Ribeyro y “Los Geniecillos Dominicales”, novela en la que también la decadencia de sus personajes se reflejaba en la atmósfera de la ciudad. 

Siguiendo el estilo de la autogestión punk, “Generación…” fue editada por el propio autor. Un vecino lo ayudó con las impresiones, un amigo diseño la carátula y otro le tomó la foto. A Martín no lo amilanó cuando un editor le dijo que su novela carecía de trama y que sus personajes no estaban bien logrados y optó por la ética del “hazlo tú mismo”. 

La primera edición se agotó rápidamente y aun no hay una segunda. Arturo Gonzáles Vigil lo eligió “volumen notable” del año 2009. Incluso un estudiante de literatura de la Universidad Católica hizo una tesis sobre el libro. 

“A mí el rock subterráneo me enseñó a ser mucho mejor ser humano y conforme ha ido pasado el tiempo, ya la experiencia de vida te hace decir qué estuvo bien y qué no. Pero básicamente todo lo que aprendí con los subtes aun lo mantengo”, reflexiona Martín, quien luego publicó el libro de cuentos “Este amor no es para cobardes” y dentro de poco lanzará otro libro de cuentos con los mismos personajes de “Generación Cochebomba”. 

Los momentos perfectos

En el verano de 1991, la escena subterránea entraba en receso. Los grupos más importantes como Eutanasia, G-3 y Voz Propia habían dejado de tocar, a consecuencia de la crisis. Julio Durán, con apenas 13 años, empezó a conocer la movida por sus amigos de Breña, donde también vivía Martín. Era el “chibolo” y con esa curiosidad de los “nuevos” se acercaba a los ya recorridos subtes. Las historias que le contaban eran como “mitos fundacionales” de una escena a la cual llegó tarde y que entraba en decadencia. “Recreaba en mi mente lo que otros habían vivido”, comenta. “El Hueco”, se volvió su segundo hogar y el espacio central en donde giran las vivencias de “Incendiar la Ciudad”.

Para él, cada concierto era un “momento perfecto”, a la manera como lo definía Jean Paul Sartre en “La Náusea”, libro que considera una influencia.

“Cuando llegué a la ‘mancha’, un concierto me emocionaba y era un momento perfecto. Trataba de captar cada detalle del momento. Eso está en ‘La Nausea’, cuando Antoine de Roquentin trata de escribir y deja el diario porque no puede captar todas las características del tintero, se le escapaban los detalles. Es lo mismo de lo que sufre el personaje de mi libro, que siente que no puede atrapar la realidad”, explica el escritor. 

El proceso creativo comenzó con una serie de cuentos que escribió durante un lapso de cuatro años y que terminaron fusionándose para dar forma a “Incendiar la Ciudad”. Al igual que “Generación Cochebomba”, Julio editó el libro personalmente de manera artesanal. Papel fotocopia, carátula con sello. Efectivamente, era como un casete demo o un fanzine fotocopiado. Una verdadera novela subte.

Julio Durán considera su pasado subterráneo como una época de aprendizaje. “Aunque algunos digan que no se podía ser imparcial, yo creo que la mancha subte estaba entre dos fuegos: el de la violencia supuestamente justificada de un grupo armado y la violencia que ejercía el Estado. Era una especie de limbo que buscaba ser puro, no mancharse de ninguna de las dos posturas”, explica el escritor, que recientemente editó el libro de cuentos “La forma del mal”. 

Los años del hardcore 

A diferencia de las novelas anteriores, en “Nuestros años salvajes” de Carlos Torres Rotondo los protagonistas no son subtes de “El Hueco” sino adolescentes de clase media que se conocen en la recordada “Casa Hardcore” de Barranco. Estando en el colegio, el escritor fue un activo miembro de este espacio alternativo, donde organizaba conciertos de manera seguida. Los de “El Hueco”, que se asumían como los verdaderos adalides del “rock subterráneo” no podían verse con los deBarranco a los que “acusaban” de acomodados, sin derecho a protestar y los llamaban despectivamente “pitupunks”. Carlos explica que en realidad los pitucos eran unos pocos, interesados en la Música y no en un discurso social, y que por culpa de ellos, los de la “Casa Hardcore” fueron estigmatizados por el resto de subtes. 

“Los 80 en Lima, en un ambiente hostil, fueron el terreno más apropiado para adquirir esa cólera positiva que es el punk. Creo que fue en ese contexto, fue algo muy natural”, recuerda sobre su identificación con el rock subte.

Carlos se confiesa un lector precoz y deseó ser escritor desde niño. Sus gustos literarios son, como él dice, más “pop”, es decir literatura fantástica, policial y ciencia ficción. Sin embargo, en un momento de su juventud, alejado de la movida hardcore y ya abocado a sus estudios, sintió “la necesidad de expresar lo más urgente” y escribir sobre esos “años salvajes”. Una primera idea le sirvió para un cuento que ganó los juegos florales de la Universidad de Lima y luego vino un periodo de estancamiento creativo.

“Pasaron una serie de acontecimientos privados y me fui a Punta Sal con la idea de poder escribir algo. Estaba preocupado y me vino una revelación. Escribí más de cien páginas en cinco días. Luego regresé a Lima y comenzó el largo proceso que me tomó cuatro años más para pulir la novela”, apunta. Concebida por el autor como una “novela generacional” dividida en cuatro partes, salió publicada el 2001 por la prestigiosa Alfaguara.

Su carrera literaria continuó, pero sus planes de escritor a lo J. G. Ballard siguen esperando. Luego de “Nuestros años salvajes” publicó “Poesía en rock”, junto a José Carlos Yrygoyen. Luego salió su libro más aplaudido y revelador, “Demoler”, una novela histórica sobre la edad del oro del rock peruano, escrita a base de los testimonios de los propios músicos. Una “ficción colectiva” que fue una verdadera sorpresa para los aficionados al rock local y que les permitió conocer la historia oculta detrás de Los Saicos, Los Belkings, Tarkus o El Polen. 

Más de 20 años después del fin de la “Casa Hardcore”, Carlos Torres Rotondo está convencido que haber crecido en esa escena ha marcado su estilo de escribir. 

“El hardcore me dio una ética en cuanto a expresión y a las condiciones de mi expresión. He pasado por mayores experiencias pero hay una rabia original positiva que sigue siendo mi motor y he aprendido a canalizarla creativamente en la movida. La antigua pasión continúa. No sé en qué condiciones habría escrito de no haber estado en la movida pero escribo en estas condiciones y son las que me gustan y las que me parecen justas”, puntualiza. 

Libros sobre historia “subte”

Documentando la movidaMientras que estas tres novelas se inspiraron en el rock subterráneo, otros libros lo enfocaron desde un punto de vista más histórico.

El 2002 el filósofo y crítico musical Pedro Cornejo publicó “Alta Tensión: Los Cortocircuitos del Rock Peruano”, el primer intento de hacer una historia del género en Perú. La segunda parte del libro está dedicada al resurgir del rock tras el retorno a la democracia y separa por un lado a los grupos “comerciales” como Arena Hash, Dudo, Jas o Feiser y por otro a los “subterráneo” como Leusemia, Narcosis o Autopsia. Cornejo fue vocalista de los combativos Guerrilla Urbana en 1985 y es evidente su inclinación por destacar la honestidad, autenticidad, innovación y valentía de la movida subte.

Poco tiempo después Daniel F de Leusemia publicó su propia versión titulada “Los Sumergidos Pasos del Amor”. Mezcla de autobiografía, ensayo crítico o crónica, el libro cuenta los orígenes del rock subte desde su punto de vista.

Carlos Torres Rotondo prepara su propia historia con una gran cantidad de entrevistas a los partícipes de la movida. El proyecto está inspirado en “Por favor, mátame: La historia Oral del Punk”, libro de Legs Mac Neil que tiene la particularidad de estar hecho en base únicamente a testimonios de músicos recopilados por el autor, reconstruyendo así la historia del punk en Estados Unidos e Inglaterra.

domingo, octubre 23, 2011

CONVOCATORIA: TAJO 5

Hola a todos, amigas y amigos, ladys and gentlemen, yeguas y caballos, amantes y enamorados que siguen a regañadientes y sin constancia el blog, queremos invitarlos a participar en el quinto número de TAJO. 

Uno: los que quieran arriesgar, manden, no importa que -textos cuasi sintomáticos, poemitas bobalicones, prosa a lo Celine- lo que gusten, claro, la idea está en ser vital y defender las palabras a punta de buen texto. No importa. Sin roche., con huevos, eso sí.

Dos: el día del cierre de la convocatoria será el 31 de octubre.

Tres: manden sus trabajos al siguiente correo: 
juliocesar_war@hotmail.com  escribiendo en Asunto: CONVOCATORIA TAJO 5 porque no somos tampoco ningunos adivinos, ni videntes, ni profetas para saber lo que mandan...¡y, por favor, escriban una reseña de sus vidas: con cuántos hombres o mujeres han estado, la primera vez, la última vez, con fecha y hora si se puede abusar de su gentileza!


(por favor, no manden cadenas idiotas, virus o pornografía, GRACIAS TOTALES! )
¡¡¡¡¡¡¡NO MANDEN!!!!!!!!!!!

martes, octubre 18, 2011

MARTES TRÁGICOS:

Entrevista con José Rosas Ribeyro

El poeta peruano amigo de Estacion Reunida y autor del destapador y desgarrador poema : Richard Speck frente a los justos jueces. Querido por muchos, maltratado por otros, con unos años y unos kilitos de más chismea sobre su enrolamiento Infrarrealista, los desaires con Bolaño, sus amores con Dina y con el cine; y su visión austera y peninsular sobre la poesía peruana incluida la poesía femenina ¿Existe este subgenero?... Habra que tomar nota.



domingo, octubre 16, 2011

Tajo en la Republica

Tajo, dando aunque mal y sin tiempo, la hora, sale en la República.
 Al carajo, si dice Tajos, je, se le perdona la incorrección a los choches del periódico.... 
¿Hay alguna revista más en la Villa Real?




jueves, octubre 06, 2011

La palabra favorita de Mario Vargas-Llosa en El Día E 2011

Premio nobel 2011: Tomas Tranströmer

"porque, a través de sus imágenes condensadas,

traslúcidas, nos da un acceso nuevo a la realidad"





Nacido en Estocolmo en 1931, es escritor, traductor y psicólogo y está considerado como uno de los poetas más importantes de su país. Hasta la fecha, sólo seis escritores suecos han merecido el galardón: Selma Lagerlöf, Verner von Heidenstam, Erik Axel Karlfeldt, Pär Fabien Lagerkvist y, por última vez, Eyvind Johnson y Harry Martinson, que lo ganaron ex aequo en 1974.

El amor por la poesía le vino desde la infancia, pero eligió estudiar Psicología en Estocolmo, graduándose en 1956. Antes de aquello, ya se había estrenado como poeta, con la obra Diecisiete poemas (1954), que fue acogida por los lectores y críticos suecos como una auténtica revelación y calificada como el libro de poemas más interesante del decenio de los cincuenta. El aumento de su respeto en el mundo de las letras le llevó a aparcar su profesión de terapeuta, que había dedicado a la readaptación de delincuentes juveniles y de minusválidos. Su nombre ya había sonado en reiteradas ocasiones para el Nobel de Literatura. Además, no sólo la crítica sueca ha venido volcándose con sus textos, también sus paisanos lo han convertido en uno de los escritores más leídos del país (las ediciones de sus libros se agotan continuamente y siempre encabeza las listas de ventas), esto a pesar de su leve imagen pública y de su retiro durante los últimos años.
En el año 1990, Tranströmer sufrió un derrame cerebral que mermó su actividad literaria y sus apariciones públicas, pero este accidente no pudo acabar con una creatividad poética que nace de la cotidianeidad y de la querencia por la naturaleza. Con retratos aparentemente simples a partir de la vida diaria y de la naturaleza en detalle, revela una penetración mística en cuanto a los aspectos universales de la mente humana. Su poesía destaca también por su fuerza y sus hondas raíces, y por la presencia perenne del mundo de la psicología y de los sueños. En el estilo, se apoya en un lenguaje modernista, expresionista y a veces relacionada por cierta parte de la crítica con una tendencia surrealista. El último Nobel concedido a un poeta fue el de la polaca Wislawa Szymborska, en 1996. 



Traducido a más de 50 lenguas, entre sus obras destacan Los recuerdos me miran,Para vivos y muertosLa góndola fúnebre y Gran Enigma. Tranströmer posee además otros reconocimientos como el Premio Bonnier Para la Poesía, el Premio Internacional Neudstadt, el Petrach de Alemania y el galardón que concede el Foro Internacional de la Poesía de Suecia, entre otros. 
La editorial española Nórdica, especializada en literatura escandinava, ha traducido al español su libro, El cielo a medio hacer, antología en la que queda presente el trabajo del autor para explotar la fuerza del haiku y que incluye, además, una biografía de Tranströmer. Junto a esta obra, sólo tiene otra más traducida al español, el poemario Para vivos y muertos (Hiperión, 1992)  (Extraído del http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/2193/Tomas_Transtromer_gana_el_Premio_Nobel_de_Literatura)



De 17 POEMAS (1954)

CINCO ESTROFAS PARA THOREAU


Otro más abandonó el pesado
anillo de la ciudad de voraces piedras. Clara como la sal es
el agua que golpea todas las cabezas de
los verdaderos refugiados.


En lento remolino ha subido el silencio
hasta aquí desde el centro del mundo, a enraizarse y crecer
y con frondosa copa sombrear la escalera del hombre, entibiada
por el sol.

*

Negligentemente, el pie golpea una seta. La nube de tormenta
se agranda junto al borde. Como cuernos de cobre
las sinuosas raíces del árbol dan el tono, y las hojas
se dispersan temerosas.


La huida salvaje del otoño es su liviano manto,
flameando hasta que, otra vez, llegue la manada de días tranquilos
de helada y ceniza y bañen
las garras en la fuente.

*

Creído por nadie va el que vio un géiser,
huido de aljibe cegado, como Thoreau, y sabe
desaparecer en lo profundo de su verde interior,
astuto y esperanzado.



De SECRETOS EN EL CAMINO (1958) 

SIESTA


Pentecostés de piedras. Y con lenguas crujientes...
La ciudad ingrávida en el espacio del mediodía.
Sepultura en luz hirviente. El tambor que acalla
los palpitantes puños de la eternidad cautiva.

El águila sube y sube sobre los que duermen.
Un sueño en que la piedra del molino se vuelve como el trueno.
Pasos del caballo con la venda en los ojos.
Los palpitantes puños de la eternidad cautiva.

Los que duermen cuelgan como péndulos en el reloj del tirano.
El águila planea, muerta, en las cascadas que fluyen del sol.
Y resonando en el tiempo -como el ataúd de Lázaro-
el ombligo que late, de la eternidad cautiva.


IZMIR A LAS TRES


Justo enfrente, en la calle casi vacía,
dos mendigos: uno sin piernas
es llevado en las espaldas del otro.

Estuvieron allí -como en un camino de medianoche un animal
queda cegado mirando fijamente a los faros del coche-
un instante y siguieron su camino;

se movían como muchachos en un patio de colegio,
rápidos sobre la calle mientras las miríadas de relojes
del calor del mediodía sonaban en el espacio.

El azul pasó resbalando por la rada, brillando.
El negro se agachó y encogió, observando, desde las piedras.
El blanco creció hasta ser tormenta en los ojos.

Cuando las tres de la tarde fueron pisoteadas bajo cascos
y la oscuridad palpitaba en la pared de la luz,
la ciudad se arrastraba a las puertas del mar

y relucía en el prismático del buitre.



De PRISIÓN (1959) 

NUEVE HAIKUS


(Nueve haikus del hospicio de jóvenes Hällby, 1959) 

Se juega al fútbol;
confusión, la pelota
va sobre el muro.

*

Ruido se hace
para espantar el tiempo,
para apurarlo.

*

Vidas mal escritas:
la belleza persiste
como un tatuaje.

*

Ladrón cazado:
con los bolsillos llenos
de setas frescas.

*

Ruidos de taller,
torres de pesado andar
al bosque asombran.

*

Se abre la puerta;
en el hospicio estamos,
en nueva era.
*

La luz se enciende:
el aviador ve manchas
de luz irreal.

*

Noche: un camión
pasa, los internados
sueñan temblando.

*

Él bebe leche
y se duerme en su celda,
madre de piedra.



De EL CIELO A MEDIO HACER (1962) 

DESHIELO A MEDIODÍA


El aire matinal repartió sus cartas con sellos incandescentes.
La nieve iluminó y todos los pesares se alivianaron: un kilo pesaba
apenas setecientos gramos.

El sol estaba alto sobre el hielo, volando por el lugar, caliente y frío
a la vez.
El viento avanzó lentamente como si empujase un cochecillo de niño
frente a sí.

Las familias salieron, vieron cielo abierto por primera vez
en mucho tiempo.
Estábamos en el primer capítulo de un relato muy intenso.

El resplandor del sol se adhería a todos los gorros de piel,
como el polen a los abejorros,
y el resplandor del sol se adhirió al nombre INVIERNO
y se quedó allí hasta que el invierno hubo pasado.

Una naturaleza muerta de troncos, en el lago, me puso pensativo.
Les pregunté:
«¿Me acompañan hasta mi niñez?» Respondieron: «Sí».

Desde la espesura se escuchó un murmullo de palabras
en un nuevo idioma:
las vocales eran cielo azul y las consonantes eran ramas negras
y hablaban
muy lentamente sobre la nieve.

Pero la tienda de saldos, haciendo reverencias con su
estruendo de faldas,
hizo que el silencio de la tierra creciese en intensidad.



De TAÑIDOS Y HUELLAS (1966) 

UN ARTISTA EN EL NORTE


Yo, Edvard Grieg, me movía como un hombre libre entre hombres,
bromeaba habitualmente, leía los periódicos, viajaba y marchaba.
Yo dirigía la orquesta.
El auditorio con sus lámparas temblaba de triunfo como balsa del ferrocarril
en el momento de atracar.

Me transporté hasta aquí para ser corneado por el silencio.
Mi cabaña de trabajo es pequeña.
El piano de cola está aquí tan apretado como la golondrina
bajo la teja.

En general, los bellos acantilados a pique callan.
No hay ningún pasaje
pero hay una compuerta que a veces se abre
y una peculiar luz que mana directamente del duende.

¡Disminuir!

Y los golpes de martillo en la montaña llegaron
llegaron
llegaron
llegaron una noche de primavera a nuestra habitación
disfrazados de latidos de corazón.

El año anterior a mi muerte, enviaré cuatro salmos para rastrear a Dios.
Pero eso empieza aquí.
Una canción de aquello que está cerca.

Lo que está cerca.

Campos de batalla dentro de nosotros
donde los Huesos de los Muertos
luchan para volverse vivos.


MÚSICA LENTA


El edificio está cerrado. El sol entra por las ventanas
y calienta la parte superior de los escritorios
que son tan fuertes como para cargar el peso del destino del hombre.
Estamos afuera hoy, junto a la extensa y ancha ladera.
Muchos llevan ropas oscuras. Uno puede estar al sol y cerrar los ojos
y sentir cómo es soplado lentamente hacia adelante.
Rara vez vengo hasta el agua. Pero ahora estoy aquí,
entre grandes piedras con espaldas pacíficas.
Piedras que lentamente han caminado hacia atrás desde las olas.



De VISIÓN NOCTURNA (1970)

ALGUNOS MINUTOS


El pequeño abeto del pantano alza su copa: un trapo oscuro.
Pero lo que uno ve no es nada
frente a las raíces, las dilatadas, las que reptan ocultas, el
inmortal o semimortal
sistema de raíces.

Yo tú ella también nos hemos ramificado.
Más allá de lo deseado.
Fuera de Metrópolis.

Del cielo blanco lechoso de verano cae una lluvia.
Siento como si mis cinco sentidos estuviesen acoplados
a otro ser
que se mueve tan empecinadamente
como los corredores vestidos de colores claros en un estadio
sobre el que chorrea la oscuridad.



De SENDEROS (1973)

EXAMEN DEL SUELO


El sol blanco chorrea en el esmog.
La luz gotea, se desliza hacia abajo,

hasta mis ojos inferiores que descansan
profundamente bajo la ciudad y miran hacia arriba,

ven la ciudad desde abajo: calles, cimientos:
parecen fotos aéreas de una ciudad en guerra

aunque, al revés: una foto de espionaje:
cuadrados silenciosos en colores apagados.

Allí se toman las decisiones. Los huesos de los muertos
no se pueden distinguir de los huesos de los vivos.

La luz del sol aumenta de volumen, fluye
en las cabinas de vuelo y en las vainas de las algarrobas.



De LA BARRERA DE LA VERDAD (1978) 

EL BARCO - EL PUEBLO


Un pesquero portugués, azul, la estela levanta
un poco el Atlántico.
Un punto azul lejano, y sin embargo, yo estoy allí: los seis
que están a bordo no notan que somos siete.

Yo he visto construir un barco como este; yacía como un
gran laúd sin cuerdas
en la quebrada de la pobreza: el pueblo donde uno lava y
lava con rabia, paciencia y duelo.

Negrea de gente la playa. Hubo una reunión que ya
terminó; se llevan los altavoces.

Soldados escoltaron el Mercedes del orador en el tumulto,
las palabras tamborilean en los costados de hojalata.


DESPUÉS DE UNA LARGA SEQUÍA


Ahora mismo el verano es gris; noches extrañas.
La lluvia se desliza desde el cielo
y en calma aterriza
como si se tratase de sorprender a alguien que duerme.

Los círculos de agua pululan en la superficie de la ensenada
y es la única superficie que hay
-lo otro es altura y profundidad,
ascender y hundirse.

Dos troncos de abeto
emergen y se estiran en largas, huecas señales de tambor.
Lejos están las ciudades y el sol.
El trueno está en la hierba alta.

Es posible llamar a la isla de los espejismos.
Es posible oír esa voz gris.
Para el rayo, el hierro es miel.
Uno puede vivir con su código.



De LA PLAZA SALVAJE (1983)

LA ESTACIÓN


Ha llegado un tren. Allí está, un vagón tras el otro,
pero no se abren puertas, nadie baja ni sube.
¿Acaso tiene puertas? Allí dentro hormiguean,
de aquí para allá, seres cautivos.
Por las inconmovibles ventanas observan.
Y afuera anda un hombre, a lo largo del tren, con una maza.
Golpea las ruedas, resuena débilmente. Salvo aquí:
aquí crece el tono incomprensiblemente: un golpe de trueno,
tañido de campanas de iglesia, tono de la vuelta al mundo
que eleva todo el tren y las mojadas piedras del paraje.
Todo canta. Esto lo recordaréis. ¡Continuad el viaje!


OJOS DE SATÉLITE


Rugoso es el suelo, no un espejo.
Solo las más ásperas almas
pueden reflejarse allí: la luna
y la Edad de los Hielos.
¡Acércate en la niebla de dragón!
Pesadas nubes, calles hormigueantes.
Una lluvia susurrante de almas.
Patios de cuartel.



De PARA VIVOS Y MUERTOS (1989) 

EN LA EUROPA PROFUNDA


Yo, casco oscuro que flota entre dos puertas de esclusas,
descanso en la cama del hotel, mientras alrededor despierta la ciudad.
La alarma silenciosa y la luz gris penetran
y me suben lentamente hasta el próximo nivel: la mañana.

Horizonte escuchado. Algo quieren decir, los muertos.
Fuman pero no comen, no respiran pero les queda voz.
Voy a apurarme por las calles, como uno de ellos.
La catedral ennegrecida, pesada como una luna, hace flujo y reflujo.



De EL GRAN ENIGMA, (2004)

CAE NIEVE


Los entierros llegan
más y más apretados
como los carteles de autopista
cuando nos acercamos a una ciudad.

Miles de personas miran
hacia el país de las sombras largas.

Un puente es construido
lentamente,
derecho hacia el espacio.

martes, octubre 04, 2011

Carta a María Kodama


Para entender esta carta hay que saber dos cosas. Una: El escritor español Fernandez Mallo -conocido por la dizque generación Nocila- acaba de publicar, vía Alfaguara, un remake del Hacedor de Borges. Lo curioso es que su libro lleva el mismo título, se apropia del prologo y, es en sí, una reescritura del viejo texto borgiano. Esto -hediondo a las travesuras que hacía Borges en su literatura, al jugar con antiguos clasicos, cambiando nombres, inventando otros- a ocasionado la indignación de María Kodama. Dos: Kodama a prohibido la circulación del libro, puesto que maltrata la memoria de su esposo. Y, justo por estos días, lo ha logrado. Ojo: Kodama dice !no haber leído el libro! 

Pero argumenta:

!No tuvo el tino ni de cambiarle el nombre! !Ni ponerlo si quiera entre comillas!


La carta en cuestión es del escritor español Juan Francisco Ferre.

Responde, con garra y argumentos. A ver que piensan ustedes. 




( Extraído del blog  http://juanfranciscoferre.blogspot.com/2011/09/carta-maria-kodama.html )


CARTA A MARÍA KODAMA

Estimada Sra. María Kodama,

Es triste tener que escribir en su contra en nombre de Borges, en favor de la literatura. Un indicio del pésimo estado de cosas que padecemos. Con el gesto de prohibir la circulación de El hacedor de Borges (Remake) usted se engaña. No le hace ningún favor a Borges, no vela como una mujer celosa sobre el legado de su marido. En absoluto. Usted impone las leyes del capitalismo, las leyes de la propiedad privada y el código civil, ese aliado mezquino de todo lo que no funciona en nuestra sociedad, para transformar a Borges en convidado de piedra de la libertad creativa y las aventuras más audaces de la literatura. Aún peor. Usted actúa como si preservar el legado de Borges implicara anular la relación fecunda con la obra de un escritor que supo también extraer de otros lo que necesitaba para realizar su idea de la literatura. Entérese bien. Los que admiramos la obra de Borges la vemos como una cueva de Alí Babá repleta de riquezas y objetos maravillosos robados, sí, robados de todas las literatura del mundo. Usted no ha leído “La biblioteca de Babel”, es evidente, si no ha entendido esta ficción como un reconocimiento de culpa y una justificación artística del plagio, una apertura de puertas al libertinaje y la promiscuidad creativa de todas las obras y los autores de la historia. Como la confesión de crímenes, en suma, de un consumado Arsenio Lupin de la literatura. Quién sabe, incluso, si Borges, como supremo hacedor, no llegó a (pre)ver este “remake” en el anaquel de los volúmenes virtuales que poblaban esa biblioteca hecha a imagen y semejanza de su privilegiado cerebro. Desde luego, todo lo que sabemos de su literatura me permite imaginar que sí y que le daría el visto bueno con una sonrisa de complicidad irónica. Al fin y al cabo, todos los nombres de la literatura, como quería Borges, designan al mismo escritor de todos los libros de la historia.

Sí, no se escandalice, la grandeza de Borges, ese capital que usted pretende explotar en su único beneficio, tiene sus raíces también en apropiaciones y préstamos de otros autores. En esto no se distinguía de Shakespeare, desde luego, otro devoto del latrocinio y el saqueo de fuentes con fines creativos. La única diferencia con el gesto de Fernández Mallo, fíjese bien, radica en la modestia, el respeto y la admiración con que éste se aproxima a la obra de Borges. No hay nada impropio ni irreverente en esa “apropiación” (podría discutirse incluso su condición de tal, se lo dice un borgiano de pro, sin necesidad de recurrir a penosos argumentos legales), sino una tentativa lograda en gran parte de instalar a su marido entre las referencias fundamentales de la literatura del siglo XXI.
Usted creerá, porque así se lo dicen los que la aconsejan mal, que esto no era necesario, que su marido ya formaba parte del bagaje del nuevo siglo sin la intervención de un joven escritor español con ínfulas de usurpador, que es sólo un alibí vagamente cultural para saquear con impunidad su preciosa obra. Cuánto se equivoca. No me extraña. Si usted no ha sido capaz de entender el designio final de la obra de Borges, cómo puedo exigirle que entienda la obra de creadores que sí han entendido ese designio y lo han hecho suyo, apartando todo aquello que en Borges podía haber caducado. Usted está en contra de Borges al estar en contra de la literatura, sépalo ahora, usted se pone del lado de la violencia y la injusticia del capitalismo, del lado de la explotación y la codicia, bajo la tapadera de preservar los intereses de la obra de Borges. Al tomar ese partido y no otro, no se equivoque, usted está tomando partido contra Borges, entiéndalo bien, contra la literatura y contra la libertad de creación que hizo grande a su marido, precisamente.

Una advertencia, nada más. Usted me recuerda mucho a la SGAE, en sus declaraciones y en sus medios y fines. Infórmese sobre ella. Puede que vea en el destino de esa institución corrupta una prefiguración de su propio destino, aunque sea sólo simbólico. Quizá lo único que consiga con su gestión mezquina sea que la obra de Borges se convierta para muchos en un erial solitario y estéril, un edificio abandonado a la incuria del tiempo, un amasijo de papeles roído hasta la náusea por los académicos, algo petrificado, sin vida, sin posteridad posible. El libro de Fernández Mallo que usted ha conseguido prohibir no pretendía otra cosa que demostrar que Borges seguía siendo para muchos escritores del siglo XXI el gran cómplice de las exploraciones literarias más excéntricas. Y su obra, un campo de investigación productivo e inagotable. Está a tiempo de reconsiderar su posición. En nombre del mismo Borges que usted manipula para castrar la libertad de los creadores. Piénselo bien antes de proseguir con su absurda inquina. Cerciórese de que Borges la secundaría, asegúrese de que en nombre de Borges se puede perseguir la obra de otros escritores con razones tan pobres. Me temo que su abogado tampoco ha leído a Borges. Hasta donde yo sé, ser abogado significa, por principio, situarse en contra de la literatura. Esa literatura que su marido representaba como pocos. Así que piense si con este gesto inquisitorial está usted del lado de Borges o del lado de su letrado más bien iletrado.

Por respeto a usted, a lo que usted representa, me permito hacerle todas estas consideraciones. Espero que sirvan para algo, aunque me temo que no. Tal como están las cosas, usted cometerá el error de darle la razón a su abogado y quitársela a Borges. Con su traición al espíritu de Borges, todos saldremos perdiendo, desde luego, y el mundo tomará el derrotero de lo peor. Prepárese, porque entonces ni usted ni Borges estarán a salvo. No olvide la dura advertencia de Walter Benjamin:“tampoco los muertos estarán seguros ante el enemigo cuando éste venza. Y este enemigo no ha cesado de vencer”. Sepa, por tanto, que será juzgada como cómplice inexcusable del enemigo. Téngalo en cuenta. Piense en Borges. Piense en la literatura de Borges antes de actuar en su contra.
Para terminar, me veo obligado a recordarle, apelando a la autoridad literaria de su marido, que esta carta, como tantas otras, no necesita ser enviada para ser efectiva.

Atentamente,
Juan Francisco Ferré

lunes, octubre 03, 2011

TAJO 4 PRESENTACIÓN

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¿que putas puedo?



¿Qué putas puedo hacer con mi rodilla,
con mi pierna tan larga y tan flaca,
con mis brazos, con mi lengua,
con mis flacos ojos?
¿Qué puedo hacer en este remolino
de imbéciles de buena voluntad?
¿Qué puedo con inteligentes podridos
y con dulces niñas que no quieren hombre sino poesía?
¿Qué puedo entre los poetas uniformados
por la academia o por el comunismo?
¿Qué, entre vendedores o políticos
o pastores de almas?
¿Qué putas puedo hacer, Tarumba,
si no soy santo, ni héroe, ni bandido,
ni adorador del arte,
ni boticario,
ni rebelde?
¿Qué puedo hacer si puedo hacerlo todo
y no tengo ganas sino de mirar y mirar?

Poema de Jaime Sabines

domingo, octubre 02, 2011

Dos poemitas al viento


La poesía se manifiesta de diversas maneras. Algunas mejores que otras, claro, pero siempre jadeando. Lo peor que se le puede hacer es ubicarla -dentro- de años: darle un espacio no depende del tiempo ni de su discurrir. Es una cuestión de instante. Y en estos poemas de un tal José Jaramillo, amigo mexicano, hombre de letras en mayúscula, hay un ingrediente vital y urgente. 

Sí deben soplar la poesía de algún lado, esnifen estos versos:



UNO

No sé si ya te he dicho
que en las líneas de tus manos
miro que te encuentras conmigo en algún sitio.

Que avanzamos sobre rueda
como lo han hecho los siglos del Antes
y que llevamos en la cabeza una cobija
por si se nos calienta el ego
y soberbiamente nos comemos.

Quiero pedirte que te asomes
por estos lugares oxidados
y me digas si tú miras
en las marcas que has dejado en mi piel
algún sitio para convertirlo
en un altar de bendiciones y trabajo.

Quiero escribirle a tus palmas
la retórica más pura
y decirles que te sueño
cuando vamos agarrados
hirviendo entre semáforos:
tú viviendo la noche a tu manera;
yo muriendo
-por doscientos pesos-
entre tus brazos.


DOS

Brindo por las noches estériles
que se pegan a la hiel y al cuero cabelludo.

Quiero decir que si alguna vez hubo
un motivo para gritar que valió la pena esto
será que la noche se nos vino por detrás de los ojos
y cuando miro que no viene hacia dentro de mi párpado
el camino más estrecho para ser voluntario automóvil del día siguiente
sé que he llegado a la certeza de estar vivo
con una noche que se me encuera de frente,
que me toma de la mano
y me dirige sin problemas
al prostíbulo más borracho
con sus papeles de plata
a robarle a las putas
para hacerle el amor
en cualquier hotel barato.

(Y si les gusto densé una vuelta por su primer trabajo, manuscrito, virtual, onda erotico, con hartos huevos:
 http://issuu.com/juandresk/docs/poemas_al_aire )


sábado, octubre 01, 2011

SALUDOS PARA LOS AMIGOS QUE SIGUEN EL BLOG EN TODO EL MUNDO, HOY EN FRANCIA. UN ABRAZO ¡¡¡¡