Fragmento de la entrevista realiza en el blog La Convención. , Aprovecho para invitarlos a dar una vuelta por ahí (poesía, entrevistas, comentarios de libros, etc)
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martes, febrero 28, 2012
Roger Santiváñez
"Cuando uno es joven y empieza a escribir, los colectivos son buenos por la intensa relación humana y poética que nos proporcionan. Luego, ya cada uno debe seguir su propio camino. Recordemos al gran Lucho Hernández: Solitarios son los actos del poeta / como aquellos del amor y de la muerte"
sábado, febrero 25, 2012
miércoles, febrero 22, 2012
empecemos cantando...
1
Empecemos cantando las
canciones de amor
Luego pasemos al rock argentino
Hagamos karaoke con The Strokes
Y terminemos bailando los dos
como siempre, como niños
los boleros que pintarrajean
los ojos de mamá.
Mejor empecemos diciendo adiós
a las tardes que nos abrían sus faldas
para hacernos dormir reír vivir
juntos en su regazo de aguja en un pajar.
Adiós a esos calambres y a mis inseguridades
a mis dudas y mis miedos
de 17 años sin futuro.
Adiós tristeza, no volveré a pegar tu sticker
en mi cuaderno de Lenguaje,
pero otra vez buenos días y adiós
sacare tu poster de los avisos luminosos.
Luego pasemos al rock argentino
Hagamos karaoke con The Strokes
Y terminemos bailando los dos
como siempre, como niños
los boleros que pintarrajean
los ojos de mamá.
Mejor empecemos diciendo adiós
a las tardes que nos abrían sus faldas
para hacernos dormir reír vivir
juntos en su regazo de aguja en un pajar.
Adiós a esos calambres y a mis inseguridades
a mis dudas y mis miedos
de 17 años sin futuro.
Adiós tristeza, no volveré a pegar tu sticker
en mi cuaderno de Lenguaje,
pero otra vez buenos días y adiós
sacare tu poster de los avisos luminosos.
Que empiece el karaoke.
Toma mi mano. Elígeme,
ven muchacha punk déjame
terminar bailando
como osos de reclame de Coca cola
como piezas de tetris
esos boleros que papá usaba para
peinarse la tristeza
antes de quedarse calvo.
ven muchacha punk déjame
terminar bailando
como osos de reclame de Coca cola
como piezas de tetris
esos boleros que papá usaba para
peinarse la tristeza
antes de quedarse calvo.
2
Quietito a tú lado /ahí/
mal dibujado
pucho mordido en la boca
electrodoméstico para pobres
delgado y ecuestre
a paso de oruga/ voy siendo sencillo
sensible, sentimental.
Ato y desato mi filosofía de goma
(de mascar)
Y para detener tus manos
encima de las mías
digo oraciones largas y desesperadas.
mal dibujado
pucho mordido en la boca
electrodoméstico para pobres
delgado y ecuestre
a paso de oruga/ voy siendo sencillo
sensible, sentimental.
Ato y desato mi filosofía de goma
(de mascar)
Y para detener tus manos
encima de las mías
digo oraciones largas y desesperadas.
3
Y riendo, ebrios, hablando de amor
nos empujamos a las playas –Una carpa
nos ayuda a pasear la luz de la linterna
en nuestros ojos. Una carpa
al filo de la nada y el mundo es tu cuerpo
y mi cuerpo es el mundo retozando
en las comisuras de tus labios. Y
te descubro
comiendo atún con galletas sodas
antes del amanecer. Y te amo
apago la linterna-
nos empujamos a los amigos, las derrotas,
los pianos
las canciones, las estrellas.
El cuerpo
es el pop y la salsa de tomate
nuestra sangre.
Somos pedacitos de luz en el mundo
colillas chispita mariposa tecnicolor
El verano es romántico
y -a demás- llueve
música triste y emo-
cionante.
Después del amor
intentamos cantar de nuevo.
intentamos cantar de nuevo.
Matías Aznar
lunes, febrero 20, 2012
sábado, febrero 18, 2012
El Siglo del Yo 2: La Fabricación del Consentimiento (1 de 6)
EEUU en todo su esplendor como ente que regula las mentes, las formas de vida, las emociones. Un vídeo revelador para los incautos. Un vídeo anti-psicoanálisis mal encaminado.
viernes, febrero 17, 2012
Job como todos los hombres
“La antigüedad es un valor”
J.M. Arguedas
Problemas en la vida diaria ¿Quién no las tiene? Algunas se solucionan a corto o largo plazo, otras no tienen ni una chispa de esperanza. Un simple ejemplo de ello es la muerte. ¿Quién no lo teme? El misterio que hay detrás de ese sueño eterno es desconocido pero todos se angustian cuando piensan en ello. Justo antes de Cristo, ya muchas culturas como la egipcia, la griega tenían la promesa de su religión misma de que cada uno tendría una vida nueva después de la muerte a través de sus dioses y sus paraísos. Sin embargo, sólo un hombre se atreve a interrogar a su propio Dios, que todavía no lo percibe y mucho menos siente ser escuchado por él (¿te ha pasado lo mismo?).
No podemos seguir esta reseña sin antes decir que el lector debe dejar de lado sus prejuicios religiosos, para poder ver este libro como debe ser: primero que nada, como una obra literaria.
Lo que me atrapó de este relato en verso que por cierto, es el primer libro de los libros sapienciales de la Biblia, es decir, libros de sabiduría, fue que en el primer capítulo se encuentra una peculiar y extraña conversación entre Dios y Satán, el primer encuentro que se dan cara a cara. Porque si bien es cierto que los dos personajes están siempre presentes en la Biblia, nunca tuvieron un diálogo directo, siempre el primero actuaba en función a lo que hacía el segundo o viceversa. ¿Qué hay en esa charla?
El hecho es de que Dios acepta el reto que Satán le propone y como consecuencia de ello son las desgracias y los tormentos que le pasa a un ser común y corriente como es Job. Este ser, sin razón alguna, padece de todo mal: está solo, enfermo, viejo, sin nada de nada, desconectado del mundo, con las penas que le zumban en la cabeza; es decir, a solo un paso de la muerte. Y encuentro en él palabras que muchas personas en alguna ocasión lo habrían dicho, de eso estoy seguro:
“¿Para qué dar la luz a un desdichado, la vida a los que tendrán una vida amarga? Desean la muerte que no llega y la buscan más ávidamente que un tesoro…”
“Si Dios no confía ni en sus santos, y hasta los cielos no son puros a sus ojos, ¡cuánto menos ese ser abominable y corrompido, el hombre, que bebe la maldad como el agua!”
“¡Ojalá pudiera el hombre discutir con Dios lo mismo que lo hace con su prójimo! Son pocos los años que me quedan, y pronto me iré por el camino sin regreso.”
Y después de Job, incontables autores han interrogado al Ser Supremo, sin poder tener una respuesta divina. Un caso contemporáneo sería Vallejo en Los Heraldos Negros: “¡tú no tienes Marías que se van! Dios mío, si tú hubieras sido hombre, hoy supieras ser Dios….Y el hombre sí te sufre: ¡el Dios es él!” No tengo duda que Vallejo haya leído la Sagrada Escritura y sobre todo, el libro que estoy comentando. Verán la influencia: “¿Acaso te conviene mostrarte duro, despreciar la obra de tus manos y justificar las teorías de los malvados? ¿Tienes tú ojos humanos? ¿Ves como un hombre? ¿Son tus días como los del hombre, o pasan tus años como los de un mortal para que andes rebuscando mi falta, indagando mi pecado?”
Pero en medio de la reflexión que tiene Job, lo acompañan tres amigos que inútilmente tratan de tener la razón mediante respuestas que no pueden satisfacer las preguntas y afirmaciones tan hirientes y punzocortantes del miserable: “Hay quien muere en lo mejor de su vida cuando vivía feliz y tranquilo, con los costados bien regordetes y los huesos repletos de sustancia. Y hay quien muere con amargura en el alma, sin haber gustado nunca la felicidad. Juntos, luego, se acuestan en el polvo y los cubren los gusanos.” ¿Kierkegaard, Nietzche o Sartre habrían leído este libro alguna vez? No tengo duda. El filósofo danés por ejemplo, en su idea famosa llamada “el salto de fe” considera que la duda es un elemento principal de la fe, puesto que es la parte racional del pensamiento de la persona. Es decir que creer o tener fe en que Dios existe sin haber dudado nunca de tal existencia no sería una fe que mereciera la pena tener.
Para terminar, no voy a decirte cómo acaba esta obra llena de meditación y tan rica en la manera de cómo se adentra a los pensamientos ocultos de cada ser humano. Lo que te voy a decir es que es un libro que toda persona debe de leerlo, porque si bien es cierto que a veces todos sufrimos cambios tan bruscos de la noche a la mañana y a consecuencia de ello dudamos de la existencia de un ser superior y otros hasta llegan al extremo de negarlo; Job, padece ese mismo pesar porque en un abrir y cerrar de ojos tuvo todo y nada, a pesar que cumplió con todo lo que le había dicho su religión. Como dice él y diría todo hombre alguna vez: “Si pasa junto a mí, yo no lo veo, si me pasa a rozar, no me doy cuenta.”
Miguel Urbizagástegui
Hace 20 años: La muerte de María Elena Moyano
. El miércoles 15 de febrero, se cumplieron 20 años del asesinato de María Elena Moyano, la lideresa popular más importante en la lucha civil contra el terrorismo senderista. Moyano, teniente alcaldesa de Villa El Salvador, se había convertido en la figura más emblemática de la sociedad civil organizada cuando fue asesinada por Sendero Luminoso el 15 de febrero de 1992.
La actuación de María Elena en Villa El Salvador fue clave para desenmascarar a Sendero y sus métodos sanguinarios en Lima. Eso no debe ser olvidado.
El día que la iban a matar, María Elena acudió temprano a Villa El Salvador para encontrarse con sus hijos Gustavo y David, con quienes fue por por la mañana a la playa Paraíso Azul, de su distrito, y por la tarde a la pollada donde la emboscaron. Llegó allí a las 5 de la tarde y momentos después, cuando conversaba con algunos asistentes, llegaron sus asesinos.
Ella se dio cuenta y solo atinó a pedirles a sus pequeños que se tiraran al piso y se taparan los ojos. Después una mujer se le acercó y le disparó en el pecho y la cabeza. Cuando cayó la arrastraron hasta la puerta, donde le colocaron una carga de 5 kilos de explosivos y la hicieron estallar. Un crimen brutal.
El grupo de asesinos lo conformaban unas quince personas, varias de ellas vecinas del distrito. Hacía un año que planeaban matarla.
Como consecuencia del crimen, su familia debió partir al exilio. Su esposo Gustavo Pineky y sus hijos Gustavo y David viajaron a España como asilados y viven ahí hasta la actualidad.
“La balearán, la dinamitarán... y no podrán matarla”, publicó La República en su portada del 16 de febrero de 1992 con una foto de María Elena Moyano en un mitin, combativa y lanzando una arenga.
miércoles, febrero 15, 2012
Mondonguito presenta: ¡No voy a llorar!
Este cómico sí que se hace extrañar. Quizás ya pocos lo recuerden. Tajo al menos lo tiene presente en sus tertulias. Que se sea cómico "ambulante" o de "primera clase" a nosotros no nos importa. Lo que sí destacamos es que llega a sacarle una sonrisa a ese mar de gentes. Contar chistes es un arte también y ya que todos hablan del amor, Mondongo nos da una lección que debemos tenerlo siempre presente. Veánlo y disfrútenlo.
Del francés y sus amores
Los tajodidos tenemos un enorme aprecio hacia la cultura francesa,en especial (es obvio) en su literatura. ¿Por qué?, te preguntarás. Pues la respuesta es fácil: porque su literatura es tan viva y humana como la vida misma de sus escritores. Cabe mencionar también que Francia tiene ya de por sí en esta época la etiqueta de ser el país que más valora todas las artes desde el “siglo de las luces”. Etiqueta y sello que por cierto la tiene bien ganada. Además que en los nobel de literatura es el país que más premios ha recibido, seguido de Alemania. Ya que su literatura es tan vasta que si nosotros mismos mencionamos a los autores franceses que hemos leído nos faltaría una vida extra para terminar de acabar nuestra lista (ojo que no es broma ni exagero). Yendo desde Gustave Flaubert, Stendhal, Honoré de Balzac, Víctor Hugo, Albert Camus, Jean Paul Sartre, Francoise Sagan, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire…y mejor no sigo porque no he venido hablarte de literatura el día de hoy. Quiero hablarte de su música.
Sin duda alguna que desde que Paris fue llamada “la ciudad del amor” debido a ese ambiente tan jovial y paradisiaco que se vive en sus calles, además de tener un idioma que por su naturaleza misma es romántico y hasta sensual, millones de turistas de todas partes del mundo acuden al llamado de estar como en el cielo en esas tierras encantadoras (cabe mencionar que nuestro poeta Vallejo encontró allí el amor). Una fiel testigo de ello es Edith Piaf, mujer de una intensa voz que cautiva a cualquier hombre, así estén entre guerras o en el mismo infierno. Es a partir de ella que la música francesa se ha caracterizado por tener mujeres de voz tan profunda y hasta atractiva, llegando a tener ellas la primacía en la música. Y si no me creen,aquí una cancionsita de esta diva que en plena segunda guerra mundial e invadida París por los alemanes, nunca dejó de cantarle al amor hasta que fue recogida por las alas del infinito.
TE AMO,YO TAMPOCO….me parece o ese título es de una película, bueno, en los años 60 se pregonaba en todo Europa el sexo libre y demás temas que de seguro tus padres te hablaron alguna vez, porque tuvo una gran repercusión que llegó hasta Sudamerica. Francia no es indiferente a la revolución juvenil de esa época, prueba de ello es esta canción. Muy sensual por cierto,
.
Para terminar, esta canción la canta la actual primera dama de Francia: Carla Bruni, esposa del presidente Nicolas Sarkozy. Una de mis artistas favoritas, además de ser bella. Puse este tema porque,ya que estamos en días que se recuerda al amor, qué mejor que escucharlo de su propia voz. Me gustaría comentarte más sobre la música de Francia pero ya eso lo hablaremos otro día. No me queda más que decir esto: ¡VIVE L’AMOUR!
Miguel Urbizagástegui
El pianista
No me sentía bien. Así que le dije a Carlos que iba a salir para que el aire frío de enero me ayudara a olvidarla. Tropezando con los parroquianos, que bailaban al compas de un bolero lúgubre, me escapé de aquel bar decadente. Afuera, en la pequeña ciudad de Danbury, el silencio invadió mi alma.
—Mi alma está en mi música.
Susurró un hombre vestido de negro. Llevaba un saco desgarbado, una camisa percudida y una corbata suicida que colgaba de su cuello. Tocaba un piano de madera vieja y teclas amarillas.
—Este es mi dolor, esta es mi tragedia, esta es mi música.
De sus dedos escapaba una melodía amarga.
Por un momento pensé en la muerte, no como el final de mi existencia, sino como el comienzo de un viaje sin retorno.
El pianista dejó de tocar, me miró en lo más profundo de mis ojos y dijo:
—Te entiendo, hermano. Estamos jodidos. La muerte nos alcanza a todos.
Luego, prosiguió con su música triste.
Todo mi cuerpo temblaba de frío y mis manos rechinaban de dolor. Y aún así, los dedos del músico se movían ágiles sobre las teclas de su piano. Me sentí patético. Yo, un inmigrante latino, un fracasado, graduado en una carrera inútil como Spanish B.A. y rechazado de las mejores maestrías en literatura hispánica, veía que mi futuro no iba por un buen camino; ya tenía 25 años y mi sueño americano estaba más lejos que nunca. Para desfogarme había empezado a escribir cuentos donde me burlaba de los gringuitos que aprendían español sólo porque se sentían desgraciados, porque habían fracasado y, para colmo, creían que por aprenderlo iban a encontrar la verdadera felicidad. No sabían que para hacerlo había que sufrir. Sin embargo, mis cuentos eran malos y tenían muchos errores gramaticales. A veces escribía en inglés a veces en spanish, mayormente en espanglish. I don’t have an lengua. Supongo que por eso estaba aquí con este pianista, congelándome a las afueras de un bar tristísimo.
La tentación del fracaso nuevamente quería atacarme. Pero gracias a un blues alegre del pianista, me olvidé de mi terrible destino. Su música me elevó. Me hizo pensar en las noches limeñas donde la tragedia se transformaba en un cuento mediocre.
—Sí, la vida es una obra de arte.(tocaba su piano)
Sí, a Lima debes ir.(Su piano lloraba) Sí, esto no es música que sólo entretiene a tus tímpanos.(Las notas se elevaban al cielo)Sí, esta música llega a tu alma.(El silencio se hizo presente) Sí, esta, mi música, te hará despertar de la realidad.
El pianista tenía razón. Me sentía indefenso y necesitaba una música que me despertase de esta pesadilla. Acaso no es imprescindible wake up... make realize? Maldita sea, me había olvidado de la palabra en español. ¿Darse cuenta? ¿Acknowledge? ¡Maldita sea! El inglés invadía mi cerebro. Mi español se desvanecía. ¡Maldita sea!
La night was fría and triste como la music. Supongo que no había form de understand. From where lo habían sacado? ¿How is él? God damm it, hace frío. Supongo that en southamerica Valentina, la que se llevó my hearth, estará disfrutando del summer.
El blues terminó. El pianista encendió un cigarrillo y, después de la primera pitada, sacó una guitarra y mientras la afinaba,
—Es una mala idea combinar Valentina con la nostalgia. No sabes si quedarte por ella o volver a tu país para ser feliz. Valentina—aquí hizo un pequeño arpegio—al igual que la nostalgia, es engañosa porque te hace pensar que existe un mundo mejor.
Tenía razón. No podía seguir pensando en Valentina. Ella estaba muy lejos y yo me moría de frío, de nostalgia, de soledad, de una tristeza profunda e irreparable. El pianista se colocó unos lentes oscuros, se acomodó la guitarra en sus piernas y me regaló una sonrisa.
—Toquemos otra música para tu corazón extraviado.
Sí, necesitaba música para mi corazón extraviado. Y empezó y su música era distinta. No era Jazz, ni Blues, ni siquiera clásica.
—Sólo tú sólo puedes comprenderla.
Me es difícil describir aquella música con palabras humanas. El seguía tocando, indiferente a las sensaciones que me conmocionaban. Entonces, entonces me imaginé la batería, ese sonido primitivo que sólo la percusión es capaz de crear. Deseé poder tocar los tambores junto con el guitarrista. Yo, un joven demasiado delgado, un joven que no encontraba respuesta...
— Te ves triste y yo sé la razón. Quieres ser un gran escritor, pero piensas que no tienes talento. Y siempre le echas la culpa a tus padres, al hecho de que vivas aquí sin amigos. Pero, tú lo puedes logar. Sólo necesitas disciplina. No la tienes ahora porque has perdido tu fe en la literatura—hizo una breve pausa, carraspeó un poco—pero sobre todo necesitas olvidarla. Hermano, olvídala—me miró sarcásticamente y finalmente dijo: Pero no puedes porque Valentina estará siempre en tu mente. Su fantasma te perseguirá para siempre.
Sus dedos se paralizaron; la música se detuvo y mi nuevo amigo empezó a desaparecer. De repente sentí un empujón, me caí y un gringo alto y gordo empezó a golpearme y a insultarme.
—Fucking crazy immigrant. Return to your shitty country.
La noche estaba más sombría que nunca y el gringo seguía golpeándome.
—WHAT’S WRONG WITH YOU, MAN! FUCKING REDNECK! FUCKING IMPEREALIST!
Le grité. Al instante, el también desapareció. No me dieron ganas de levantarme así que me quedé echado en el piso.
Después de más o menos cinco minutos, Carlos vino y me ayudó a levantarme. Yo estaba muy cansado para siquiera quejarme.
—Ya vámonos, Daniel. Estas re-borracho.
En eso sentí una punzada en mi estomago y, antes de embarrar a mi amigo, lo empujé y empecé a vomitar en la acera. Vomité todas mis angustias, mis odios y también quise vomitar mi corazón pero se quedó estancado en mi pecho.
Gimel Zayin-New Milford, 2012
Poema de Cynthia Estela
Y cada uno de
mis cabellos
Se enredaron
en tu cuerpo
Te rozan con
una suavidad
Plagada de
añoranzas
Te tocan con
una ternura, que llora
Te toman con
la fuerza de un niño
Te necesitan
con desesperación, aún.
Más esos
cabellos son un bosque
Sí, ese bosque,
en el que puedes dormir
Y perderte de
vez en cuando
Entre los
olores y hedores
De mi dulzura,
de tu ternura
De mi amargura
y esos dolores que no perdonan
Cada uno de
mis cabellos
Fueron presa
absorta de tu olfato,
Se embelesaron
de esos rizos graciosos
Que rozaban mi
vientre,
mientras eras
feliz con mis cabellos,
entre tus
dedos
Dormías con el
sueño
De tocarlos,
una vez más, sentirlos
De hasta
morderlos en nuestros excesos
Más me diluyo
entre tus dedos
Desaparezco
con el viento.
domingo, febrero 12, 2012
El amor en "La ciudad y los perros": la "niña mala" Teresa
Me extraña mucho que poco se haya hablado o comentado sobre Teresa, ese personaje que permanece de manera sutil y astuta en todas las páginas de la primera novela de Varguitas: “La ciudad y los perros”. Un tajador, compañero mío desde que era cachimbo, me dijo alguna vez que “el arquitecto de la novela” tomó como punto de referencia de hacer esa novela, en una novela romántica del escritor francés Víctor Hugo: “Notre Dame”. Y es que en esa novela, la historia gira alrededor de un personaje femenino: Esmeralda, bellísima gitana de ojos verdes que cautivaba a cualquier caballero que se le cruzaba en el camino. Además, ella estaba presente de manera indirecta o directa en toda la obra, sin que nadie pudiera darse cuenta de ello. Usando la astucia del francés, Varguitas hace lo mismo con Teresa, joven “cholita” que estuvo con tres cadetes de la novela. En la película de Lombardi sólo aparecen dos de las víctimas de esa “niña mala”: el Esclavo y el Poeta. Digamos que el primero representa ese amor puro e inocente que todo colegial ha tenido alguna vez entre las cuatro paredes de un salón; el otro, trata de hacerse “el machito” con los demás fingiendo ser alguien que no es y ocultando su autenticidad, algo que el esclavo no lo hace nunca en la novela. Como verán en este video, el cadete Arana se manifiesta tal como es y expresa sus sentimientos con naturalidad hacia su supuesto “amigo” que le confía todos sus secretos, mientras que el cadete Fernández oculta su traición y lo que es peor, habla de Teresa como si fuera una cualquiera, a pesar de que él está enamorado de ella. No quiero seguir sin decir antes que no soy crítico, algo que no me gustaría serlo si de “científicos de la letras” se trata de ser, solo comento esta parte de la novela ya que estamos a vísperas de algo que se recuerda poco o aparentemente mucho: el amor. Prosigo y me pregunto: ¿qué hubiera pasado si el Poeta le hubiera dicho la verdad a Arana? porque el pobre Esclavo, angustiado y afligido de estar días enteros encerrado en aquel lugar que además que no le gusta, le impide ver a su Teresa, la mujer que ama desesperadamente. Y a consecuencia de eso y al no poder controlar la extrema ansiedad de querer verla pronto o muy pronto, declara al teniente quién se robó el examen de química. Claro, le suspenden la consigna y solo espera los minutos para ver a su amada, sin saber que eso le traería la muerte. Arana supo del riesgo que tendría al confesar que Cava fue el ladrón, seguro pensaría en qué podrían hacerle “el Círculo”, pero jamás pensó que por amor, perdería la vida. Y Fernández, ¿por qué no le dijo la verdad? de hecho que las cosas hubieran sido diferentes. Sin embargo, el genio de Varguitas quería matar al Esclavo porque quería dar a entender que el que es transparente e integro como persona dentro de una sociedad plagada de autoritarios machistas, tiranos y opresores, simplemente pierde aun haga lo imposible por cambiar las cosas, gran metáfora por cierto. Al final, Teresa llegó a estar con el poeta, el único amigo que tuvo el Esclavo. Y eso que me falta hablar de la otra víctima de Teresa, pero lamentablemente, no se cuenta en la película…los que han leído esa obra sabrán a quien me refiero, y los que no…pues A LEER. No me queda nada más que decir, solo que vean este video y saquen sus conclusiones, a ver si me equivoco o están de acuerdo conmigo.
sábado, febrero 11, 2012
Cuando Marito "se desconoce"
Con mesura y discreción que le caracteriza al "sartrecillo valiente", responde a los ataques de algunos gauchos que no toleraban que el nobel de literatura 2010 inaugure la feria del libro hace ya un año.
"Yo voy a seguir criticando todo lo que me parezca mal aunque a algunos los ofenda, porque creo que esa es la libertad." ¡GRANDE VARGUITAS!
"Yo voy a seguir criticando todo lo que me parezca mal aunque a algunos los ofenda, porque creo que esa es la libertad." ¡GRANDE VARGUITAS!
lunes, febrero 06, 2012
Una verdadera fiesta americana
Una fiesta Americana
5 de Febrero del 2011
El súper tazón es el evento deportivo más sintonizado en los Estados Unidos. Más de 113 millones de fans se enloquecen delante de un televisor—no importa cual sea el tamaño—,mientras comen, conversan y alientan a sus equipos. Aunque el incomprendido fútbol americano para muchos latinoamericanos resulta aburrido, lento y monótono, para el ojo experto cada jugada es un ataque cardíaco, una angustia con sobrepeso, una exaltación que puede llevar a la sobredosis. Si uno se toma su tiempo para aprender las reglas y prestar atención a cada jugada, el deporte cobra vida. Es que el fútbol americano es la antípoda de soker (así es como se le conoce al fútbol que todos conocemos en estas tierras).
El primero es pausado y sobre-pensado. Cada jugada es analizada detenidamente como una batalla decisiva. Cada jugador tiene una función especifica e insustituible. Un error puede terminar en catástrofe. En cambio, el fútbol (soccer) es más dinámico, imprevisto y, muchas veces, ilógico. Nadie nunca sabe lo que va a pasar. Un equipo humilde puede llegar a las semifinales de un mundial e incluso ganar una Eurocopa. En el fútbol americano un equipo repleto de estrellas jamás podría ser derrotado por un equipo de clase media.
Incluso, en el nivel arbitral, los dos deportes tienen abismales diferencias. El fútbol americano es más justo porque sí se usa la tecnología. Cada jugada polémica es revisada sosegadamente. Los árbitros se toman su tiempo antes de pitar una falta. Y aunque es paradójico, son pocas veces que los jugadores se agarran a trompadas por una decisión injusta. En el soker, como todo fan sabe, muchas veces el arbitro resulta un hijo de puta, una chingada, un malparido, y la caga y cobra penales inexistentes y expulsa por las puras y no ve manos. Todo estos errores humanos hacen del soker un deporte al borde de una crisis nerviosa. Por eso tal vez levanta más pasiones que el fútbol americano.
Nevertheless, gustos son gustos y aquí el fútbol americano es el deporte rey. Cada equipo tiene sus fieles fanes y cuando llegan a la gran final de la liga pues se arma la fiesta. Esta vez, en la edición XLVI, se enfrentaron los Gigantes de Nueva York contra Los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Lo que me fascina de este deporte, aparte de sus hiper calculadas estrategias (¡sabían que hay como 4 tipos de entrenadores por cada equipo!), es todo el espectáculo que se arma alrededor de la final. Es decir, cada súper tazón es un ritual en la sociedad estadounidense. Antes de que siquiera empiece el partido, en canal de televisión presenta a los jugadores como gladiadores que llegan a la arena a jugarse la vida y tal vez la libertad. Dentro de la cancha, los jugadores caminan solemnes, conscientes de que millones de estadounidenses admiran sus cuerpos atléticos, su dedicación en la cancha, su lealtad incondicional. Incluso, cada equipo tiene una canción especial. La canción de Los Gigantes fue “Written in the Stars” Tinie Tempah y de Los Patriotas, “Crazy Train” de Ozzy Osbourne. Hasta al tirar la monedita son
Cuando toca decidir quien va a ser el primer en tener el balón, el arbitro reseña la historia de la moneda, explica su significado y argumenta porque la eligieron. Luego un artista famoso canta el himno nacional, con orquestita y todo, y ya, cuando cada liturgia previo al partido ha sido explotado a su máxima potencia, una lluvia de flashes y pantallas de celulares resplandecen como una constelación en las gradas antes y durante el primer kick off.
Los comerciales son otro espectáculo. Todas las empresas ansían promocionar sus productos en tan glorioso y sintonizado evento. Esta vez el NBC cobró aproximadamente 3.5 millones de dólares por 30 segundos. Y, por lógica, en este corto plazo de tiempo las empresas trataran de convencer al espectador de que el producto promocionado es indispensable. En soker, en la final del mundial, todo espectador ignora olímpicamente los comerciales. La mayoría va al baño, otros estiran sus piernas, los muchos discuten el partido. Pero en el fútbol americano las empresa contratan a los mejores publicistas para que los comerciales sean entretenidos. Yo, sinceramente, disfruté del comerciales porque cada uno es una obra maestra del arte propagandístico. Así si dan ganas de apoyar al consumismo.
El súper tazón es el evento deportivo más sintonizado en los Estados Unidos. Más de 113 millones de fans se enloquecen delante de un televisor—no importa cual sea el tamaño—,mientras comen, conversan y alientan a sus equipos. Aunque el incomprendido fútbol americano para muchos latinoamericanos resulta aburrido, lento y monótono, para el ojo experto cada jugada es un ataque cardíaco, una angustia con sobrepeso, una exaltación que puede llevar a la sobredosis. Si uno se toma su tiempo para aprender las reglas y prestar atención a cada jugada, el deporte cobra vida. Es que el fútbol americano es la antípoda de soker (así es como se le conoce al fútbol que todos conocemos en estas tierras).
El primero es pausado y sobre-pensado. Cada jugada es analizada detenidamente como una batalla decisiva. Cada jugador tiene una función especifica e insustituible. Un error puede terminar en catástrofe. En cambio, el fútbol (soccer) es más dinámico, imprevisto y, muchas veces, ilógico. Nadie nunca sabe lo que va a pasar. Un equipo humilde puede llegar a las semifinales de un mundial e incluso ganar una Eurocopa. En el fútbol americano un equipo repleto de estrellas jamás podría ser derrotado por un equipo de clase media.
Incluso, en el nivel arbitral, los dos deportes tienen abismales diferencias. El fútbol americano es más justo porque sí se usa la tecnología. Cada jugada polémica es revisada sosegadamente. Los árbitros se toman su tiempo antes de pitar una falta. Y aunque es paradójico, son pocas veces que los jugadores se agarran a trompadas por una decisión injusta. En el soker, como todo fan sabe, muchas veces el arbitro resulta un hijo de puta, una chingada, un malparido, y la caga y cobra penales inexistentes y expulsa por las puras y no ve manos. Todo estos errores humanos hacen del soker un deporte al borde de una crisis nerviosa. Por eso tal vez levanta más pasiones que el fútbol americano.
Nevertheless, gustos son gustos y aquí el fútbol americano es el deporte rey. Cada equipo tiene sus fieles fanes y cuando llegan a la gran final de la liga pues se arma la fiesta. Esta vez, en la edición XLVI, se enfrentaron los Gigantes de Nueva York contra Los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Lo que me fascina de este deporte, aparte de sus hiper calculadas estrategias (¡sabían que hay como 4 tipos de entrenadores por cada equipo!), es todo el espectáculo que se arma alrededor de la final. Es decir, cada súper tazón es un ritual en la sociedad estadounidense. Antes de que siquiera empiece el partido, en canal de televisión presenta a los jugadores como gladiadores que llegan a la arena a jugarse la vida y tal vez la libertad. Dentro de la cancha, los jugadores caminan solemnes, conscientes de que millones de estadounidenses admiran sus cuerpos atléticos, su dedicación en la cancha, su lealtad incondicional. Incluso, cada equipo tiene una canción especial. La canción de Los Gigantes fue “Written in the Stars” Tinie Tempah y de Los Patriotas, “Crazy Train” de Ozzy Osbourne. Hasta al tirar la monedita son
Cuando toca decidir quien va a ser el primer en tener el balón, el arbitro reseña la historia de la moneda, explica su significado y argumenta porque la eligieron. Luego un artista famoso canta el himno nacional, con orquestita y todo, y ya, cuando cada liturgia previo al partido ha sido explotado a su máxima potencia, una lluvia de flashes y pantallas de celulares resplandecen como una constelación en las gradas antes y durante el primer kick off.
Los comerciales son otro espectáculo. Todas las empresas ansían promocionar sus productos en tan glorioso y sintonizado evento. Esta vez el NBC cobró aproximadamente 3.5 millones de dólares por 30 segundos. Y, por lógica, en este corto plazo de tiempo las empresas trataran de convencer al espectador de que el producto promocionado es indispensable. En soker, en la final del mundial, todo espectador ignora olímpicamente los comerciales. La mayoría va al baño, otros estiran sus piernas, los muchos discuten el partido. Pero en el fútbol americano las empresa contratan a los mejores publicistas para que los comerciales sean entretenidos. Yo, sinceramente, disfruté del comerciales porque cada uno es una obra maestra del arte propagandístico. Así si dan ganas de apoyar al consumismo.
domingo, febrero 05, 2012
Las casitas de Connecticut
Perdón por la demora pero aquí les escribo un pequeño comentario de las casas bonitas de Connecticut
Las casitas de Connecticut
Mi hermano maneja a 60 millas por hora en una pista angosta. Los baches, los huecos y hombres trabajando no detienen el movimiento fluido del vehículo, pues aquí no existe eso. El hermoso sol resplandece en el oriente y un fresco aire despeina mis cabellos (este es un cliché y no me importa porque suena muy bien) . Parece que la primavera ya está cerca, pero aún es febrero y, como todos sabemos, en el hemisferio norte la primavera empieza recién en abril. Es posible que mañana nieva y que el invierno me quite la poca alegría que tengo. Pero hoy día estoy optimista y me propongo disfrutar el paisaje.
Las casas se suceden. Cada una es grande, bonita y original. Todas están rodeadas por grandes espacios de pasto y césped. Cada una es un pequeño castillo donde el Señor duerme tranquilo y mira sus dominios: sus dos carros carísimos, su piscina, su trampolín. Es sábado y por eso los siervos descansan en sus pequeños y acogedores hogares. Ya el lunes vendrá y tendrán que limpiar la piscina, cortar el césped, cuidar los niños. El gran señor frunce sus cejas, "es posible que uno de ellos no hable español." !Qué fastidio! El pobre señor tendrá que repasar su poco español.
A pesar de mí burla, no niego que me gustaría vivir en una de esas castillos artificiales. Claro que no vivo en un ciudad peligrosa como New Haven, Hartford o Bridgport. New Milford es un pueblo de clase media donde es relativamente barato vivir y además es tranquilo. Nunca pasa nada. Me cuesta aceptar que me alegro de vivir en este pueblito tan pequeño y 'acogedor' pero la mayor parte la paso confinado en mi cuarto, leyendo bajo la luz de una lámpara vieja. No tengo amigos, no los quiero visitar y mejor así. Un escritor serio debe aprender a convivir con la soledad, aun si esta te enloquece. Bueno, como iba diciendo, me gustaría vivir en una casa grande y confortable. Come on, la vista es buena--mayormente arboles y montes-- pero pienso que este no es mi sueño, sino una reacción media envidiosa.
Vivir en esta parte del estado ciertamente es placentero, pero la nostalgia de la bulla, del desorden me ataca. En fin, ya me acostumbraré a esta soledad.