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sábado, septiembre 18, 2010

Tarantino y la Ternura (por Luzbelito)


Es la mama leona y su cría, al fin solas, al fin juntas 8 años después y de repente la música de chingon cantando la malagueña, la pequeña viendo en la televisión un dibujo animado, y la mama leona llorando en el piso del baño, encerrada para no permitir que sus lagrimas y su dolor pueda ser vista en esos ojos tiernos de esta niña, su niña de 8 años.
Hablemos de cine en esta oportunidad, para ser más precisos de Tarantino.
Películas tiernas de Tarantino: se podría creer que Pulp fiction es una película enteramente de acción con más de 1000 balazos disparados por todas las escenas. Pero ese amor tierno de protección que nace entre John Travolta y Uma Truhman, ese baile que te llena de ganas de moverte y bailar aunque hagas el ridículo haciéndolo, o esa idea que suelta Uma al referirse al silencio embarazoso que sucede cuando 2 personas no se conocen. Para que luego se convierta en algo especial, que solo se siente cuando estas personas se conocen tanto.
Traten de acordarse de la ternura que te atrapa, cuando escuchas esa colección de todos los sound-track de cada una de las películas creadas por Quentin Tarantino recordemos a “Urami Bushi” de Meiko Kaji en kill Bill. O cuando Uma Truhman prende el equipo de cinta magnetofónica y te trae esa canción de un hombre enamorado en Pulp fiction. “Good nigth moon” de shivare en Kill Bill. O ese viaje alucinógeno que se meten esos 2 novios escuchando “Swet Child” de Junkies cowboys de Natural Born Killers, el “Down in México” de The cousters, en Death proof, solo por mencionar algunas.
Sabemos siempre que la ternura va acompañada de esa sensualidad que sabe definir de un modo sutil Tarantino unos pies desnudos como los de Uma en Kill Bill, o esa manera especial de Jakie Brown, de dar un beso en la mejilla, a este desafortunado en el amor, que es su fiador, que solo vive por el amor de ella, y que da todo lo que tiene por ella. Pero en ese beso, solo en ese beso podemos ver esa ternura, llena de gratitud, llena de ese “espérame un poquito más por favor”, ese no temas “te amo” pero no quiero decírtelo.
Es decir Tarantino es un loco que ama, que ama con pistolas, con metralletas, vehículos a toda velocidad en carreteras sangrientas, ama con espadas, en manos de mujeres bellas, en ese amor multirracial de esa judía francesa pirómana, con ese negro africano que le ayuda a matar a Hitler en ese cine francés de la resistencia.
El amor es ternura. La ternura se respira en cada película de Tarantino aunque allá tanta acción o violencia, solo como una característica más de ese modo de ser, que es la vida.
Ahora si pensamos, que características tiernas existen en las películas actuales, terminaremos remontándonos a todo ese cumulo de buenas películas no comerciales.
Decir que es tierna la película de “Todo sobre mi madre” de Almodóvar, sería poco, pero también sabemos que existe tanta tragedia en esa película que nos llena de bronca y tristeza.
Ver a Leonardo de Caprio como el nuevo Rimbaud amando con locura a Paul Verline, en “Eclipse de una pasión” nos invita a entender que la ternura va de la mano de la pasión.
Ver a esos 3 niños guareciéndose de la lluvia y compartiendo sus miserias y el techo contra la lluvia, para que después; uno de ellos termine de sicario de un mafioso, la niña de prostituta, y el ultimo, de torturado en la cárcel de la policía, amando aun a ese niña que ahora es prostituta y que de repente… la ternura nos invada convirtiendo a este torturado en el ganador de “Quien quiere ser millonario” el sicario mate a su jefe mafioso, la prostituta logre escapar y encontrarse con ese niño que ya no es niño, ya no es el torturado, es el nuevo millonario. Y que en un arranque de locura todos bailen esa dulce canción hindú en la estación de trenes de Bombay.
Entonces que es la nueva ternura en las películas de ahora. La ternura tiene que ir con la tragedia de la mano, tiene que ir con pasión como amante, tiene que contener miseria, asesinatos, corrupción y locura.
Esa es la ternura actual, es una ternura real con piel, hueso, uñas, y dientes

“te amo mucho mi conejita” dice él “te amo mi conejito responde ella” de repente ella se sube a la mesa y con una pistola calibre 38 apunta a todos los comensales del restorán gritando “¡Que nadie carajo se mueva! O ¡los matare en este mismo puto instante!” aunque violenta, solo ese dialogo de decirse conejito o conejita te llena de ternura desde un principio la primera escena de la película Pulp fiction
“Aunque, no me creas Kido y creas que soy un sádico esta es la parte más masoquista en mi vida te amo mucho”- Bill le dice esto a Kido la mujer que más amo en su vida apuntándole con una pistola en la cabeza. Para dispararle después… siendo las últimas palabras de ella mientras el balazo suena en el cine “¡Bill es tu bebe!”. Sus ojos verdes (lo único que tiene color en toda pantalla) de esa escena en blanco y negro se transforma en oscuridad total que te deslumbra, Pregunto ahora ¿acaso Bill no es tierno de decirle te amo antes de que ella muera? Primera escena de Kill Bill 2
Y volvemos a la primera escena, que hice referencia en este pequeño artículo, cuando Kido, nuestra fabulosa UmaTruhman llora de logros, llora de triunfo, llora de felicidad, es nuestra Leona tierna con su cría, cerca a ella, con un Bill muerto, junto a todos sus secuaces.
Solo queda ella como Leona de esa jungla con todo ese amor guardado para su hija. Y con ese, inconmensurable cariño de Bill, de dejarle vivir para que cumpla tremenda venganza, aunque esa venganza también lo mate a Él.
Bill la amo tanto que solo esta leona se da cuenta de ello, cuando lo logra, cuando lo mata, cuando decide seguir amándolo con ese “además y todavía”… aunque sepa que la muerte está a la vuelta de la esquina.
Tarantino ama sus películas, las ama con tragedia, pasión, violencia es decir con TERNURA.

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