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lunes, marzo 12, 2012

El alcohol y la literatura

       Ayer tomé whisky , era domingo, un día en que no se debe tomar, pero igual, tomé y me emborraché y fui feliz. Luego, porque así somos los borrachos, le mandé un mensaje a Valentina diciéndole que quería hablarle y que me sentía arrepentido por lo que le hice y que quería pedirle perdón personalmente.  Obviamente, se dio cuenta de que yo estaba borracho, quién diablos te manda un mensaje a las 2 de la mañana,(lo  mismo díria yo: quién diablos te responde un mensaje a las 2 de la mañana). Me dijo para reunirnos el día siguiente y hoy día me acaba de mandar un mensaje diciéndome que no, que ella está muy bien sin mí, que ya lo superó y que no se quiere arriesgar con mi amistad sicótica. Le escribí que me lo merezco, que la cagué y que ahora me siento mejor, por lo menos lo intenté. Sin embargo, yo me pregunto, si hubiera estado sobrio, ¿le habría escrito el mensaje?
Se han escrito tantas cosas sobre la literatura y el alcohol que ya está de más escribir, pero una cosa es leer las experiencias de otros escritores y otra es vivirlas. Es decir, para mí el alcohol se ha vuelto necesario para poder sobrevivir en este mundo. Sobre todo porque aún tengo ganas de soñar y muchas veces la realidad es cruel conmigo: necesito un buen vaso de cerveza para olvidarme de mis angustias existenciales. Cuando bebo me doy cuento que soy sólo cuerpo, que mi alma es una consecuencia de mis funciones fisiológicas y que la vida es una mera novela que tiene que acabar algún día. Todo lo malo que haga, todo lo bueno, todo lo estúpido, ya está premeditado. No hay libre albedrío. Cuando estoy ebrio, me doy cuenta de que todo es consecuencia. Acepto la fatalidad y es más, me río ante ella. Para mí el alcohol es tan necesario como un amigo fiel, como un buen lapicero, como una maquina de escribir (o una laptop).
No soy borracho, no tomo todos los días, pero acepto que olvidar la realidad es necesario. Además, no es lo mismo tomar con amigos que hacerlo solo. Tomar en la soledad es patético, eso si es ser borracho, porque en la soledad la realidad se vuelve más cruel, más inhumana, más trágica. Con los amigos, el llanto se transforma en risa, la risa en llanto. La sinceridad es más sincera y la hipocresía desaparece. Si amas con pasión lo gritas a todo el mundo. Si tienes dos pies izquierdos de repente bailas de la puta madre(o piensas que lo estas haciendo). Si tienes una canción en el corazón y quieres cantarla pues lo haces y hasta te pueden acompañar. La felicidad se hace más concreta.
La resaca es simplemente la vuelta a la realidad, la consecuencia de haber sido feliz. El pago que uno tiene que hacer por no deshumanizarse. Pero es bueno, es bueno cuando uno recuerda aquellas fiestas y noches donde todo era posible, incluso vencer a la muerte. 

Gimel Zayin

1 comentario:

  1. Mier..... Escrito con tino y pasión. Ultimamente estás sacando cosas buenas pendejo... Aparte que conozco en algo ese tema... Jaja.. Omar

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