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miércoles, agosto 11, 2010

Anecdota Circular de una Prostituta (por Renzo Quiroz)


Mientras el cigarrillo se iba consumiendo en el cenicero, ella iba pintando sus labios de un color rojo carmín, sus ojos: grandes y verdes, sus pestañas: negras y rizadas, Su expresión: poco acogedora y fría; se reflejaba en el espejo.

Ella iba metiendo, con apuro, los cosméticos en el bolso, pues tenía que seguir trabajando. Cierra la puerta, baja las escaleras, y para un taxi. El taxista la mira, detiene los ojos roñosos en su abultado escote y se va excitando al compas de su voz.

Pregunta a donde va

Ella responde con rubor en la cara,

- A colmena, señor.

El tipo, le ofrece un negocio interesante. Ella acepta fastidiada, pero decidida. La oferta era muy buena, (En las calles ya no pagan tan bien – pensó).

Llegan a un hotel.

Entran. El recepcionista, buen comerciante, despacha el sexo casual,

El tipo regatea el precio del cuarto:

- A 20 soles, pues choche,

El trato se cierra, sin mucha insistencia.

Entran al cuarto.

Había llegado la hora de trabajar - Se dice ella. Se desnuda rápidamente, mientras el tipo la queda mirando con morbo y calentura.

Se arroja sobre ella, la descubre en la cama.

La hace suya, aunque fuera de todos.

Ella con la misma expresión: poco acogedora y fría, consigue un movimiento de caderas que logra: una eyaculación temprana, pero efectiva, y que al mismo tiempo termina con el negocio.

Concluido el trabajo, pide su remuneración.

El tipo cansado duerme. Ella alcanza a prender un cigarrillo,

Lo deja consumirse en el cenicero,

Se pinta los labios de un color rojo carmín,

Mete sus cosméticos al bolso, cierra la puerta, baja las escaleras, rápidamente para un taxi, Y continúa el círculo vicioso.

1 comentario:

  1. gracias omar por la edicion.
    hermano de tajo.
    ya pronto el manifiesto de julio barco y el grafico que se me perdio en el chifa.

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